La joven celíaca: Visita a los madriles

Hola cibercelíacos!!

Hace un año que dije que volvería a las andadas... pero la vida universitaria me tienes más atrapada de lo que me gustaría. A pesar de ello, espero que este 2010 lo hayáis disfrutado al máximo.

Este pasado puente de la Constitución, me escapé unos días a Madrid a visitar a unos amigos. Que decir de la ciudad... a parte de que me encanta, también descubrí un restaurante que no conocía de mis otras visitas a la ciudad. Se llama Pizzasana, y tienen dos restaurantes en la ciudad:

Avda. Machupichu, 15. Tel: 91 300 42 52

c/ del Clavel, 7. Tel: 91 129 12 02

http://pizzasana.com/

En una palabra: espectacular. Tanto la comida como el local, los camareros, los postres... buah... se me hace la boca agua solamente con pensarlo!

Yo fui al restaurante de la calle Clavel (mi hotel estaba en Gran Vía, así que lo tenía casi justo en frente) y me gustó m. Limpio, para no fumadores (bien!), todo muy moderno. Había una gran pared pintada de color verde manzana con frases y dibujos en blanco. Luego las mesas y las sillas también en rosas y verdes muy originales. Pero vayamos a lo importante, la comida.

La carta tenía toda muy buena pinta. Primero había nachos y un montón de ensaladas variadas. Todo sin gluten. Y luego vienen las pizzas. Tu eliges tu masa (trigo, ecológico integral, SIN GLUTEN y sin lactosa). Y luego eliges la pizza con los ingredientes que quieras. Tienen como.. veintipico distintas, a cual más sabrosa.

Pienso que yo, al igual que muchos otros celíacos que no sabemos cocinar, las pizzas que comemos siempre son congeladas, a masa más gruesa que fina, y los ingredientes pues los típicos: tomate, atún, queso, jamón, aceitunas, champiñones... Y en este restaurante podías comer todo recién hecho, y en cuanto a los ingredientes, lo imaginable y más: una con pollo con miel y cebolla caramelizada, otra que si pimiento, calabacín, puerro.. todo bien picadito, alcachofas, espárragos, lomo de buey... Como os dije antes, espectacular. La masa era finíísima, crujiente, muy bien presentado (los platos que eran para celíacos, llevan como una banderita, jeje muy gracioso).

Y luego de postres pude comer las natillas y la tartaleta de queso. Salí con muy buen sabor de boca.

En cuanto al precio, pues creo que una media de 20 € me gasté todas las veces que fui. Tomé primero unos nachos, una pizza, botella de agua y postres. Muy correcto todo.